Cómo preparar tomates secos en aceite

Preparar tomates secos en aceite en casa es una de esas recetas que combina lo práctico con lo delicioso. Esta conserva casera permite disfrutar del sabor concentrado del tomate durante todo el año y añadir un toque gourmet a cualquier plato. Además, es una excelente forma de aprovechar tomates maduros que de otro modo podrían desperdiciarse. En esta guía completa se explicará, paso a paso, cómo hacer tomates secos en aceite desde cero, con consejos útiles, recomendaciones de seguridad alimentaria y formas creativas de usarlos en la cocina.

¿Qué son los tomates secos en aceite y por qué prepararlos en casa?

Los tomates secos en aceite son una conserva que se elabora a partir de tomates deshidratados generalmente al horno, al sol o en deshidratador que luego se sumergen en aceite, a menudo con hierbas y especias. Esta preparación concentra todo el sabor del tomate en un formato compacto y versátil, ideal para realzar el sabor de una gran variedad de recetas.

Prepararlos en casa tiene varias ventajas. No solo permite controlar la calidad de los ingredientes, sino que también ofrece la posibilidad de personalizar la mezcla con hierbas aromáticas como tomillo, romero u orégano, o añadir ajo y guindilla para un toque más intenso. Además, se evitan conservantes artificiales y aceites refinados, lo que resulta en una conserva mucho más saludable.

Ingredientes 

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Para preparar tomates secos en aceite caseros, se necesitan pocos ingredientes, pero todos de buena calidad. A continuación, la lista base:

  • 1 kg de tomates maduros (preferiblemente tipo pera, Roma o Chonto)
  • Sal gruesa
  • Aceite de oliva virgen extra (cantidad necesaria para cubrir)
  • Hierbas al gusto: tomillo, orégano, romero, laurel
  • 2–3 dientes de ajo (opcional)
  • Guindilla o pimienta negra (opcional)
  • Frascos de vidrio esterilizados con tapa hermética

Es importante recalcar que el tipo de tomate influye en el resultado final. Los tomates pera o los cherry son ideales porque tienen menos agua y más pulpa, lo que facilita el proceso de deshidratación y da un sabor más intenso.

Cómo preparar tomates secos en aceite (paso a paso)

Paso 1: Deshidratar los tomates

Lavar bien los tomates, cortarlos por la mitad (o en cuartos si son grandes) y retirar las semillas con una cucharita. Colocarlos sobre una bandeja de horno cubierta con papel pergamino, con la parte cortada hacia arriba. Espolvorear ligeramente con sal gruesa para ayudar a extraer la humedad.

Llevar al horno a baja temperatura, entre 90 °C y 100 °C, durante unas 6 a 8 horas. El tiempo puede variar según el tamaño de los tomates y el horno. El objetivo es que queden secos pero todavía flexibles, no completamente duros como una piedra.

También se pueden usar deshidratadores o secarlos al sol si el clima lo permite, aunque este último método requiere varios días y un lugar sin humedad ni contaminación.

Paso 2: Esterilizar los frascos

Mientras se deshidratan los tomates, es fundamental esterilizar los frascos donde se van a guardar. Para ello, hervir los frascos y sus tapas durante al menos 10 minutos en agua, dejar que se enfríen y secarlos sobre un paño limpio sin tocarlos por dentro.

Este paso es clave para evitar el crecimiento de bacterias, especialmente si se planea guardar los tomates durante varias semanas.

Paso 3: Preparar el aceite y los aromatizantes

En una sartén pequeña, calentar ligeramente el aceite de oliva con las hierbas elegidas, los dientes de ajo pelados y, si se desea, un poco de guindilla o pimienta negra. No se debe hervir el aceite, solo infusionarlo suavemente durante 5–10 minutos para que tome sabor.

Después, dejar enfriar completamente antes de usarlo.

Paso 4: Llenar los frascos

Colocar los tomates secos en los frascos, presionando ligeramente para que entren bien. Intercalar hierbas si se desea un toque visual y aromático extra. Verter el aceite aromatizado hasta cubrir completamente los tomates. No deben quedar partes expuestas al aire, ya que esto aumenta el riesgo de deterioro.

Cerrar bien los frascos y guardarlos en la nevera. Tras 24 horas, es buena idea revisar el nivel de aceite, ya que los tomates pueden absorber parte del líquido. Si es necesario, añadir un poco más.

Propiedades y beneficios de los tomates secos en aceite

Además de ser sabrosos y versátiles, los tomates secos en aceite aportan varios beneficios nutricionales:

Altamente nutritivos

El proceso de deshidratación concentra los nutrientes del tomate, como el licopeno, un antioxidante asociado con la prevención del cáncer y enfermedades cardíacas.

Fuente de vitaminas y minerales

Aportan vitamina A, vitamina C, hierro, potasio y magnesio, todos esenciales para mantener una buena salud general.

Aceite de oliva saludable

Al conservarse en aceite de oliva virgen extra, también se obtienen los beneficios de esta grasa buena, que ayuda a regular el colesterol y es antiinflamatoria.

Sin conservantes artificiales 

Hechos en casa, se evita el uso de químicos, azúcares añadidos o sodio en exceso, comunes en productos industriales.

Eso sí, debido a que están conservados en aceite, conviene consumirlos con moderación si se sigue una dieta baja en calorías o grasas.

Consejos clave para conservarlos de forma segura

Uno de los aspectos más importantes a considerar es la seguridad alimentaria. Como se trata de una conserva casera en aceite, es vital evitar el desarrollo de bacterias peligrosas como el Clostridium botulinum.

Algunos consejos para evitar riesgos:

  • Esterilizar los frascos correctamente.
  • No utilizar ingredientes frescos muy húmedos como ajo crudo o albahaca fresca (a menos que se vayan a consumir en pocos días).
  • Mantener siempre los tomates completamente cubiertos por aceite.
  • Guardar en la nevera y consumir preferiblemente en un plazo de 2 a 3 semanas.
  • Para almacenamientos más largos, se puede congelar en pequeñas porciones o pasteurizar los frascos en baño maría durante 30 minutos (aunque esto puede afectar la textura).

¿Cómo utilizar los tomates secos en aceite en tus recetas?

Estos tomates son tan versátiles que vale la pena tenerlos siempre a mano en la cocina. Algunas ideas para aprovecharlos:

  • Troceados sobre pizzas caseras o focaccias.
  • En ensaladas frías con queso feta, rúcula o pasta corta.
  • Para rellenar sándwiches gourmet o wraps.
  • Como parte de una tabla de antipastos o tapas.
  • Mezclados con quesos untables o cremas para untar en tostadas.
  • Incorporados en masas de pan o muffins salados.

Incluso el aceite restante, una vez que se acaban los tomates, se puede usar para aliñar ensaladas o saltear verduras, ya que está lleno de sabor.

Preguntas frecuentes

¿Cuánto duran los tomates secos en aceite caseros?


Si se conservan en frío y siempre cubiertos de aceite, pueden durar de 2 a 3 semanas en la nevera. También se pueden congelar en porciones pequeñas.

¿Es necesario esterilizar los frascos?

Sí. Esterilizar los frascos ayuda a evitar la proliferación de bacterias dañinas y alarga la vida útil de la conserva.

¿Puedo usar otro tipo de aceite?

Se puede usar aceite de girasol o una mezcla, pero el aceite de oliva virgen extra aporta un mejor sabor y mayores beneficios nutricionales.

¿Qué tipo de tomate es mejor para esta receta?


Los tomates pera, Roma o cherry son ideales porque contienen menos agua y más carne, lo que facilita el secado y da un sabor más concentrado.

Preparar tomates secos en aceite en casa es una receta que combina tradición, sabor y practicidad. No solo permite disfrutar del intenso sabor del tomate durante todo el año, sino que también brinda la oportunidad de cuidar lo que se come, eligiendo ingredientes naturales y saludables.

Con esta guía paso a paso, cualquier persona puede animarse a preparar esta conserva casera y descubrir lo fácil que es incorporar un toque gourmet a sus platos cotidianos. Una vez que se prueban, se convierten en un básico de la cocina casera.

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